Había una vez un poeta
que parió un pequeño poema
Tanto lo amó, que quiso vestirlo
con los mejores trajes:
los más suaves, los más elegantes
Pero tanta ropa portaba el pequeño poema
que no lograba vérsele el alma
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Como larvas encerradas en los túneles de un tronco hallé estos poemas. Llegaron en el momento justo del trueno y el golpe seco del ave contra la calle. || Poesía Costa Rica
Había una vez un poeta
que parió un pequeño poema
Tanto lo amó, que quiso vestirlo
con los mejores trajes:
los más suaves, los más elegantes
Pero tanta ropa portaba el pequeño poema
que no lograba vérsele el alma